BioBoxMed remonta sus comienzos a 2007 con la idea de lograr que los médicos puedan acceder a sus estudios de manera ubicua y remota. “Nace como interfaz que se vinculaba con una página Web para médicos que trabajaban en la de la escuela de medicina nuclear de Mendoza”, recuerda Fernando Pérez, Innovation Manager de BioBoxMed en diálogo con Salud en Línea y asegura: “Surgimos del ambiente médico”. El desembarco de la compañía fuera de la Argentina ocurrió hace cuatro años en Paraguay, luego en Bolivia y Perú; y ahora están yendo hacia Ecuador. “El gran salto para el año que viene es Brasil”, anticipó Pérez.
Los inicios estuvieron enfocados en estudios de imágenes para neurología, “pero nuestra idea era compartir los resultados de los estudios y las imágenes para distintas especialidades y así comenzamos el desarrollo, con algo a medida, que finalizó con nuestro propio PACS (Sistema de Comunicación y Archivo de Imágenes)”, en un momento en que el PACS era muy nuevo y hasta el estándar de transmisión DICOM lo era. “Fueron seis años de desarrollo hasta que pudimos empezar a comercializarlo”, señaló. En BioBoxMed aseguran contar con el 80% del market share en la región Cuyo de la Argentina, con un crecimiento y consolidación basados en conocer las necesidades de médicos e instituciones y en la atención al cliente.
Bisagra. Para los médicos, comenzar a informar resultados más allá del grabador de cinta, contar con un servicio de software para grabar estudios y con transcriptor que accediera de manera externa, “fue un antes y un después”. Además, el software creaba un documento que se adjuntaba al estudio.
Este fue un gran salto de calidad con la ubicuidad de la aplicación como diferencial. El médico podía informar desde otro sitio, algo que, para los radiólogos, por ejemplo, que trabajan en muchos lugares, cobra relevancia. En este punto la infraestructura de telecomunicaciones y el despliegue de redes de datos móviles fueron la clave, mientras que también representó un momento bisagra la introducción y penetración de los smartphones, dispositivos que poseen las mismas o mayores funcionalidades que una computadora personal.
Para el paciente representó a su vez una ventaja acceder a sus estudios de manera remota y digital. “Se pasó de la placa al papel, después a la entrega del CD, y el cambio grande fue pre-pandemia que fue el desarrollo que hicimos del portal paciente, algo que se disparó exponencialmente en la pandemia”, explicó Pérez.
Anticiparse y enfocar. “Escuchábamos la problemática y siempre pensamos en anticiparnos a la demanda”, destaca el gerente de innovación de BioBoxMed y reflexiona: “El radiólogo está muy vinculado con la tecnología, por un lado, y a su vez la tecnología lo invade”. En aquel entonces recuerda que los médicos veían los avances en tecnologías de imágenes como una amenaza que no necesariamente les servía, pero ahora lo viven como algo cotidiano.
Sobre la Inteligencia Artificial (IA) para imágenes médicas, Pérez sostiene que “el médico sabe que necesita contratar la IA, pero no conoce dónde ni cómo hacerlo”. “En BioBoxMed hace dos años pensamos en un paradigma donde la IA viene a facilitar el trabajo repetitivo de los médicos, en el que la IA detecta lo obvio y deja en el médico la constatación y las anomalías más complejas”.
En BioBoxMed trabajan en que el médico pueda interactuar con la IA y sea él quien informa. “Es como un ChatGPT dentro de la herramienta, en el que ésta le devuelve la imagen con el señalamiento, pero el médico puede interactuar”, explica.
Se trabaja con un repositorio base (desde los que ofrece la RESNA, hasta otros que se suelen utilizar) y hay una problemática que es la genética de la población que suelen estar disponibles sobre población del Norte, “por eso nuestro repositorio de cientos de miles de imágenes propias que nos permite achicar el margen de error y que esté asociado a la población latinoamericana”.